La Universidad Pedagógica Nacional (UPN), en su compromiso constante con la reflexión crítica y la construcción de paz, participó activamente en el congreso internacional «El legado de la CEV: Desafíos para la paz en un contexto global en crisis», los días 28 y 29 de agosto en la Universidad de Antioquia. El evento, liderado por el Instituto Colombo Alemán para la Paz – CAPAZ, reunió expertos, académicos y organizaciones sociales para dialogar sobre los desafíos actuales de la paz global.
La profesora Paola Helena Acosta Sierra, Vicerrectora de Gestión Universitaria de la UPN, fue la encargada de representar a la Institución en el panel «Retos de la educación política en tiempos de giro a la derecha».
Durante su intervención, la Vicerrectora realizó una profunda lectura del contexto global, caracterizado por lo que denominó el repertorio de la guerra y el carácter globalizado de las violencias. Señaló cómo estas dinámicas devastan los territorios escolares, tanto rurales como urbanos, a través del aumento de las desigualdades, el neoliberalismo educativo y el empobrecimiento del lenguaje.
La profesora Acosta expuso que las escuelas hoy son atravesadas por múltiples formas de violencia. Frente a este panorama, argumentó que la educación política debe construirse sobre pilares como lo colectivo, la confianza, las narrativas éticas y el tejido conjunto entre maestros y estudiantes.
Un punto central de su análisis fue el papel del arte como una herramienta fundamental de transposición didáctica para una pedagogía de la memoria. «El arte ha pervivido durante los muchos giros políticos y ha contribuido a promover el cuestionamiento y la crítica», afirmó. Resaltó que las artes contribuyen a la formación política al promover campos de saber destinados a la transformación de realidades de opresión, vinculándose directamente con la investigación universitaria.
La profesora Acosta también enumeró los desafíos concretos que el actual «giro a la derecha» impone a la educación: el debilitamiento de las instituciones públicas por la reducción presupuestaria, la disminución de la autonomía universitaria, la criminalización de la protesta estudiantil y docente, y la priorización de la eficiencia y rapidez sobre la reflexión crítica.
Ante estos retos, propuso fortalecer los ejercicios de pedagogía de la memoria, reconociéndola como un «campo vivo y en disputa» que permite configurar narrativas sobre el pasado, presente y futuro. Subrayó que el trabajo con el legado de la Comisión de la Verdad (CEV) es una tarea crucial para los espacios formativos, con el fin de que la sociedad comparta el conocimiento sobre el pasado doloroso y sea consciente de lo que debe transformar.
La participación de la Universidad en estos escenarios de talla internacional es fundamental. Posiciona a la UPN como un actor clave en el diálogo global sobre educación y paz, reafirmando su misión de formar a los maestros del país con un enfoque multidisciplinar y crítico.