Educación intercultural y saberes ancestrales: un diálogo necesario desde la Escuela y la Universidad

En el marco de la Semana de la Facultad de Educación, el pasado 8 de mayo se llevó a cabo el encuentro «Educación Intercultural y Saberes Ancestrales: Una mirada desde la escuela y la universidad», un espacio de reflexión y diálogo sobre los desafíos y oportunidades de la educación étnica en el contexto urbano.
El evento, liderado por los docentes Zaida Castro, Rosa Galindo y Óscar Posada, congregó a dinamizadores culturales de la Secretaría de Educación, estudiantes indígenas y afrodescendientes de la Universidad, y futuros licenciados en Educación Infantil y Educación Comunitaria.
El Auditorio Paulo Freire fue el escenario donde confluyeron voces diversas para discutir cómo la escuela y la universidad pueden integrar conocimientos ancestrales en sus currículos. Los dinamizadores culturales, provenientes de pueblos como los Pastos, Misak, Yanakona, Inga y comunidades Palenqueras, compartieron sus experiencias en colegios oficiales, destacando las tensiones entre los modelos educativos tradicionales y las pedagogías propias.
Por su parte, estudiantes universitarios pertenecientes a pueblos originarios, relataron sus vivencias en la academia, donde persisten desafíos para el reconocimiento de sus saberes y cosmovisiones.
El evento se estructuró en tres momentos significativos: un ritual de apertura con ofrendas a la *Madre Tierra, guiado por los dinamizadores, que invitó a reflexionar sobre la conexión espiritual con los elementos naturales. Posteriormente se llevó a cabo un Círculo de la Palabra, que se estructuró como una conversación horizontal donde se cuestionó el eurocentrismo en la educación y se resaltó la necesidad de currículos más inclusivos. Por último, la danza Ancestral estuvo presente con una actividad colectiva que cerró el encuentro, simbolizando la unidad y la resistencia cultural.
En entrevista, el profesor Óscar Posada, organizador del evento, destacó que «estos espacios son vitales para visibilizar saberes históricamente marginados. La universidad y la escuela deben romper con la idea de un único conocimiento válido y reconocer que Colombia es un país pluriétnico. Aquí, los futuros docentes amplían su perspectiva y comprenden su rol en la construcción de una educación verdaderamente intercultural».
El encuentro no solo enriqueció la formación de los estudiantes, sino que también dejó una pregunta abierta: ¿Cómo transformar las estructuras educativas para que dialoguen de igual a igual con los saberes ancestrales?.