Obra de teatro «Dilan, Carlos y Fair, silencios que no callan»: memoria y reparación por medio del arte

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foto obra de teatro «Dilan, Carlos y Fair, silencios que no callan»

En días pasados se llevó a cabo el estreno de la obra de teatro «Dilan, Carlos y Fair, silencios que no callan», una creación colectiva del Grupo 15. Esta puesta en escena es el trabajo de grado propuesto por estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional, en el marco de la profesionalización de la Licenciatura en Educación Comunitaria con énfasis en Derechos Humanos.

El propósito de este equipo compuesto por víctimas de crímenes de Estado, es hacer pedagogía de la memoria por medio de la denuncia de violaciones a DDHH, a partir de expresiones artísticas como el teatro.

Luz Marina Bernal Parra , Yasmín Galvis Carrascal, David Arturo Medina Pulido, Marlis Constanza Pedraza Salcedo y William Fortich Palencia, bajo la tutoría del licenciado Fabio Castro Bueno, realizaron esta puesta en escena basada en hechos reales, ocurridos en Colombia entre 1981 y 2019, luego de documentar el proceso político, económico, cultural y civilizatorio ocurrido en dicho periodo, contando con los familiares, amigos y amigas de las víctimas y sus abogados como fuentes primarias.


Ellos se encontraron y se sintieron conectados con este proyecto al ser víctimas de crímenes de Estado. El grupo esta conformado por una madre de un mal llamado falso positivo, hermanas de personas desaparecidas, una víctima de tortura por parte de la fuerza pública, y familiares de manifestantes asesinados durante jornadas de protesta. «Nosotros creemos que la memoria es algo vivo, que debe estar presente todo el tiempo, que alguien debe contarla, porque quien tenga la narrativa transmite su historia”, dijo al respecto William Fortich, quien estuvo a cargo de la dirección general.

El conflicto planteado durante esta obra es cercano y genera un vínculo del espectador con el personaje, como resultado de una conjunción de aportes de personas, ideas y sensaciones, cumpliendo con la misión de evidenciar lo que sucedió y no callar. “La primera escena de la obra de teatro es un carnaval, en donde se hace una farsa de quien tiene el poder en Colombia. En primera instancia, tanto la escritura como como la puesta en escena, fue muy dolorosa”, agregó William.

Es importante resaltar que la estructura de la obra se basa en relatos de hechos independientes, por lo que deja a los docentes de aula la oportunidad de que puedan tomar una parte de esta para resaltar cierto tema en sus clases, partiendo de la historia de mujeres y hombres valientes, que se arriesgaron a contar sus vivencias para a través del arte sanar sus dolores.

El montaje contó con la participación de 20 personas aproximadamente, quienes se prepararon recibiendo clases de actuación y de creación colectiva para plasmar el guion de la mejor forma y dejar una enseñanza que permita a la sociedad tomar acción y no cometer los mismos errores.