La iniciativa “Sonar: sonidos y narraciones rurales en Bradamonte, Sibaté, Cundinamarca. Proyecto de creación colaborativa multimedial”, fue elegida por Innovar, un programa de Agrigento que busca fomentar la innovación pedagógica en el ámbito de la música como acción social en América Latina. Tras una convocatoria abierta, se seleccionaron 14 proyectos para financiación inicial en 2025.
Agrigento es una organización británica que se enfoca en la música como acción social (MASA), lo que significa ir más allá de las narrativas simplistas sobre el poder de la música y reconocer que, al igual que en otras formas de desarrollo, la calidad es variable y los resultados sociales positivos no están garantizados. Esta organización mira críticamente el campo y fomenta la innovación.
El objetivo de este proyecto ubicado en una zona de la ruralidad profunda de Cundinamarca, es generar un espacio de creación sonora colaborativa, basado en las narraciones, relatos y memorias de los sabedores y sabedoras de una pequeña comunidad campesina en la vereda Bradamonte.
Con este se ponen en el centro las narraciones orales de las personas de la vereda, las cuales serán construidas colectivamente y se convierten en el insumo principal para la creación de piezas sonoras basadas en el arte sonoro y el paisaje sonoro.
Esta idea articula tres actores principales: las personas sabedoras de la zona, las y los estudiantes de tres Escuelas de Formación Artística y Cultural (EFAC) del Centro Cultural La Quinta del mismo municipio (Escuela de Medios Audiovisuales, Escuela de Músicas Campesinas y Escuela de Artes Plásticas), y el equipo interdisciplinar conformado por compositoras, investigadoras, educadores musicales, apoyo psicosocial, artistas-formadores, creadores literarios y licenciados en filosofía, entre ellos el egresado Nicolás López Cubillos, quien lidera el equipo de ética investigativa y participación rural comunitaria.
Helen Camila Mancera, estudiante de último semestre de la Licenciatura en Música de la Facultad de Artes, quien es codirectora del proyecto, dijo al respecto “lo importante de este es que las narraciones son la columna vertebral para la creación colaborativa de piezas artísticas y piezas sonoras basadas en el arte sonoro y en el paisaje sonoro”.
El interés es entonces dialogar con esos territorios de una manera responsable desde un trabajo ético.